¿Cuándo se deben cambiar los amortiguadores posteriores de un auto?

Los amortiguadores de un vehículo cumplen una función fundamental para garantizar su rendimiento óptimo, al actuar como un componente crucial frente a golpes, impactos y vibraciones. La capacidad de reconocer cuándo es necesario sustituir los amortiguadores posteriores o delanteros adquiere una importancia crucial, no sólo en términos de ahorro de costos, sino también en lo que respecta a la seguridad personal.

En este artículo, explicaremos cuándo es necesario cambiar los amortiguadores posteriores de un auto y cómo esta acción puede marcar la diferencia en tu experiencia de conducción.

1. Si el auto presenta un balanceo excesivo

Si percibes que tu automóvil se inclina excesivamente en las curvas o experimentas una sensación inusual de balanceo al girar, junto con una mayor dificultad para controlar el vehículo, esto podría indicar un desgaste en los amortiguadores posteriores.

2. Al cruzar por baches presenta un rebote excesivo

Si el vehículo muestra un rebote más pronunciado de lo habitual después de transitar por baches marcados o irregularidades en la carretera, o si se observa un hundimiento notorio, estos son signos evidentes de problemas con los amortiguadores.

3. Presenta ruidos inusuales y mayor gasto de combustible

Si durante el trayecto o al encender el automóvil se perciben chirridos, golpeteos o crujidos provenientes de la parte trasera, estos pueden indicar la necesidad de atención en los amortiguadores. Además, si el vehículo experimenta una disminución en su rendimiento y presenta un consumo de combustible superior al habitual, también constituye una señal de que los amortiguadores pueden requerir atención.

4. Según los niveles de kilometraje recorridos 

La vida útil de los amortiguadores puede variar según el modelo del vehículo y la frecuencia con que se usa. Sin embargo, como regla general, se recomienda cambiar los amortiguadores posteriores cada 60,000 a 90,000 kilómetros, para evitar cualquier tipo de accidente o circunstancia que ponga en peligro la seguridad de los ocupantes.

5. Tener en cuenta la durabilidad de los amortiguadores

Los amortiguadores delanteros suelen tener una vida útil más corta en comparación con los amortiguadores posteriores, ya que están ubicados cerca del motor, lo que resulta en un mayor desgaste. No obstante, es esencial evaluar el estado de los amortiguadores traseros y considerar realizar el cambio por eje, ya sea en el eje delantero o posterior. Se debe evitar reemplazar únicamente uno por eje, ya que esto podría desequilibrar el vehículo y afectar negativamente su funcionamiento general.

6. Las llantas sufren desgaste

Las llantas se ven perjudicadas cuando hay problemas de amortiguación. Generalmente
sufren desgaste excesivos y peligrosos.

En conclusión, los amortiguadores posteriores son esenciales para la seguridad y el rendimiento de tu vehículo. Estar atento a las señales de desgaste y cambiarlas a tiempo puede mejorar significativamente tu experiencia de conducción y reducir el riesgo de accidentes.
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